Grupo Casli aporta soluciones energéticas adaptadas a todo tipo de necesidades, adaptándose a todo tipo de emplazamientos, potencias y recursos medioambientales disponibles.
Las certificaciones de calidad exigidas a los fabricantes de motores diésel, las denominadas fase II, fase IIIA, fase IV etc. les obligan a invertir en dispositivos que reduzcan las emisiones de CO2 encareciendo progresivamente el precio de los motores.
Un motor a gas convencional cumple sobradamente estas certificaciones sin tener que invertir en dispositivos complementarios.
En un espacio muy reducido se integran todos los componentes para el suministro eléctrico: motor, alternador y cuadro de control para la gestión del equipo.
Además, los equipos se han insonorizado y aislado para evitar ruidos, instalarlos a la intemperie y transportarlos cómodamente.
Ventajas del motor a gas:
Reducción frente al diésel, de las emisiones de NOX en un 95%, un 99% de las partículas procedentes de la combustión y de un 15% las de CO2.
Durabilidad y fiabilidad del motor.
Robustez y bajas vibraciones.
Bajísimo nivel sonoro.
Respuesta al impacto de carga.
Funcionamiento bi-frecuencia 50 Hz o 60 Hz