Las judías de El Barco de Ávila son las primeras legumbres en España que consiguieron una Denominación de Origen Específica, allá por 1989. En 1996, la Unión Europea extendió esta protección con una indicación Geográfica Protegida.
La calidad de las judías de El Barco de Ávila está ligada a sus atributos organolépticos, finura de la piel, alta mantecosidad, ausencia de harinosidad, integridad del grano y el sabor exclusivo que proporcionan la as variedades autóctonas.
La Indicación Geográfica Protegida ampara siete variedades distintas de judías; Blanca riñón, Blanca redonda, planchada, Judión de Barco, Arrocina, Morada Larga y Morada redonda. Todas ellas son de alta calidad, muy versátiles en la cocina, combinando con todo tipo de ingredientes.