La pasivación del acero inoxidable es un proceso químico que asegura la formación de una capa pasiva uniforme de óxidos de cromo, la barrera natural que confiere al material su resistencia a la corrosión.
Este tratamiento elimina la contaminación metálica superficial generada durante fabricación o manipulación, como soldadura, mecanizado, corte o estampado, garantizando que el acero conserve sus propiedades originales.
El proceso puede aplicarse mediante inmersión, pulverización o recirculación, adaptándose a piezas, circuitos o instalaciones de cualquier tamaño y forma. Se realiza tanto de manera natural como química, siendo generalmente el último paso tras desengrase, decapado o electropulido.
La pasivación proporciona superficies descontaminadas, libres de partículas metálicas que puedan comprometer la resistencia a la corrosión, y asegura la correcta formación de la capa pasiva, aumentando la durabilidad del acero inoxidable. Es adecuada para equipos, depósitos, tuberías, reactores, intercambiadores, cisternas y mobiliario, y se aplica en sectores críticos como química, farmacéutica, aeronáutica, aeroespacial, alimentaria y obra pública.
El tratamiento cumple con normativas internacionales como ASTM A967, ASTM A380, AMS 2700C, AMS QQ-P-35 y UNE EN 2516, así como con requisitos específicos del cliente. Cada proyecto incluye documentación detallada con resultados de ensayo, trazabilidad completa y control de calidad, garantizando la fiabilidad, seguridad y durabilidad del material tratado.