El dióxido de carbono es un gas natural producido durante la fermentación y que se encuentra disuelto en los vinos. La adición de CO2 durante la elaboración tiene efectos directos sobre el olor y gusto del vino, puede potenciar la frescura y acidez en boca, atenuando la dulzura. Pero también puede intensificar amargura y astringencia.
Para más información acerca del funcionamiento del kit, introduzca la referencia 12832 en el siguiente enlace:
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